Este 6 de febrero se conoció la sentencia del juicio que comenzó el 2 de enero en los Tribunales de Dolores contra los ocho imputados por el asesinato de Fernando Báez Sosa, que tenía 18 años cuando fue atacado a golpes a la salida del boliche Le Brique en Villa Gesell.
Nuestra reflexión sobre el mismo es ambigua ya que por un lado la perpetua para 5 de los imputados nos perece justo, pero el «beneficio» a tres de los 8 condenados con solo 15 años de prisión suena a poco si existiera la posibilidad en un futuro que por buena conducta pudieran pedir su libertad anticipada, sobre este claro hecho de patorerismo y cobardía donde la irracionalidad se impuso a la razón. Los «asesinos» le arrebataron la vida a un joven que tenia toda una hermosa vida por delante, de manera brutal.
Pensamos que este fallo podría replicarse a la política argentina, donde una ley modelo podría condenar a cadena perpetua a los representantes del pueblo que de manera expresa con sus errores constantes e intereses personales «condenan» al hambre y a la muerte a miles de argentinos.
A partir de su promulgación ya nadie se postularía para su beneficio o para hacer carrera y enriquecerse en desmedro de toda una nación, por que los «crímenes» que cometen no son «espectaculares» son silenciosos, socavados pero muy efectivos, generando un genocidio de nuestra población.