«Esta iniciativa que impulsamos permitirá que la Ciudad crezca de manera equilibrada y sostenible. Queremos proteger esa identidad que nos distingue y que nos hace sentir orgullosos de vivir en Buenos Aires. Ahora es el turno del poder legislativo de analizar el proyecto, debatirlo y aprobar una nueva ley», concluyó el Jefe de Gobierno de la Ciudad.
Los cambios también responden a la revisión obligatoria del Código Urbanístico que debe realizarse cada cuatro años, siendo esta la norma fundamental para el desarrollo del distrito. Las principales modificaciones propuestas por Jorge Macri buscan implementar una política que devuelva la identidad a los barrios, según lo prometido.
La propuesta establece que en los barrios residenciales no se permitirán construcciones que no respeten la esencia de cada manzana, realizando los ajustes correspondientes. Las alturas de los edificios deberán priorizar las escalas ya existentes en los barrios, «resguardando la identidad de los mismos».
En cuanto a los grandes desarrollos, no se plantean cambios significativos, pero solo se permitirán en avenidas con la infraestructura adecuada para soportarlos, atendiendo a un reclamo recurrente de los vecinos frente a nuevos proyectos constructivos.
Además, la iniciativa fomenta la conservación y revalorización del patrimonio urbano mediante la catalogación definitiva de 4.209 inmuebles con valor arquitectónico, actualmente en el catálogo preventivo, según informó el Gobierno de la Ciudad. El objetivo es finalizar el catálogo que protege inmuebles construidos hasta 1941, asignando una categoría definitiva a cada uno.
Los fundamentos del proyecto indican que «se promueve la sustentabilidad urbana y la calidad ambiental del hábitat construido, contribuyendo a contrarrestar los efectos del cambio climático mediante la promoción de construcciones más permeables que faciliten el ingreso de aire y sol, por ejemplo, con más superficie en los pulmones de las manzanas». También se señala que «se incentiva el desarrollo de los centros barriales cercanos a todos los vecinos» y «se impulsa la zona Sur estructurando un sistema de incentivos para el desarrollo de construcciones en esos barrios».
Jorge Macri destacó en sus redes sociales que mantuvo alrededor de 30 reuniones con vecinos para discutir los cambios en el Código Urbanístico. Ahora, el proyecto seguirá el proceso de despacho en comisión, su aprobación y la convocatoria a audiencia pública, con un calendario que llevaría a la aprobación definitiva cerca de fin de año.