Es un sublinaje de la variante Ómicron que se propaga rápidamente y ya se reportó en los Estados Unidos, México, Ecuador y Colombia
La subvariante de Ómicron EG.5, conocida coloquialmente como Eris en las redes sociales, ya se detectó en 2 personas con COVID en la Argentina. Uno de los afectados reside en Ciudad de Buenos Aires y la otra persona en Córdoba, según informó el último boletín epidemiológico delMinisterio de Salud de la Argentina.
Uno de los casos, fue identificado a partir de una secuenciación genómica en el Área Metropolitanta de Buenos Aires (AMBA) realizada por Proyecto País, el consorcio de vigilancia genómica con apoyo del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación.
Los síntomas de la subvariante EG.5 son: dolor de garganta, secreción nasal, congestión nasal, estornudos, tos, dolor de cabeza y voz ronca. También puede generar dolores musculares y un sentido del olfato alterado. La dificultad para respirar y la fiebre son menos frecuentes.
En Argentina, los casos confirmados de COVID se mantienen bajos en comparación con los años anteriores. Pero se debe considerar que en la actualidad no todas las personas que tienen la infección se testean y por eso no quedan registradas en el sistema de vigilancia.
En la segunda semana de enero pasado se reportaron 2.245 casos confirmados de COVID como promedio semanal diario, si se tiene en cuenta la fecha de inicio de síntomas. Después los pacientes con la infección fueron cada vez menos. A fines de junio hubo un leve aumento y luego volvieron a bajar.
Sin embargo, durante la última quincena de julio los casos de COVID en Argentina han estado subiendo. Se registraron 76 casos como promedio semanal diario en la semana del 17 de julio, y pasaron a ser 107 y 127 en las dos semanas siguientes, según comentó Jorge Aliaga, doctor en física de la Universidad Nacional de Hurlingham, en la provincia de Buenos Aires, quien realiza un análisis semanal de los datos oficiales. En la semana del 7 de agosto, hubo 109 casos como promedio semanal diario, y es posible que aún falten cargar más en el sistema de vigilancia.
La subvariante EG.5 se identificó en China en febrero de 2023. Se detectó por primera vez en Estados Unidos en abril. En ese país, ya está causando alrededor del 17% de los nuevos casos de covid-19, en comparación con el 16% de la siguiente más común, la XBB.1,16, según las últimas estimaciones de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC).
En total, ya 52 países han detectados casos con el diagnóstico de COVID que tienen EG.5. Es descendiente de la variante XBB.1.9.2 de Ómicron y tiene una mutación que se destaca. Es la mutación en la proteína de la Espiga adicional Q52H, que le ayuda a evadir los anticuerpos desarrollados por el sistema inmune en respuesta a variantes y vacunas anteriores.
Esa ventaja puede ser la razón por la que EG.5 se ha convertido en el sublinaje dominante en todo el mundo, y podría ser una de las razones por las que los casos de Covid han empezado a aumentar de nuevo.
El 9 de agosto, la OMS publicó su primera evaluación de riesgos de EG.5 y la clasificó como variante de interés. Si bien los aumentos simultáneos en la proporción de hospitalizaciones por EG.5 y COVID-19 se han observado en países como Japón y la República de Corea, no se han hecho asociaciones entre esas hospitalizaciones y la subvariante.
Sin embargo, debido a su ventaja de crecimiento y características de escape inmune, EG.5 puede causar un aumento en la incidencia de casos y volverse dominante en algunos países o incluso a nivel mundial.