La casita del Río de la Plata en Palermo

La Casita del Río de La Plata muy cercana al Aeroparque | Foto: Wal wsg
El patrimonio oculto frente a Aeroparque que fue una pieza clave en la historia del saneamiento urbano de Buenos Aires

La estructura conocida popularmente como “La casita del Río de la Plata” no es un refugio ni una construcción abandonada, sino una instalación hidráulica funcional con más de 140 años de antigüedad. Se ubica frente a la Costanera Norte de la ciudad de Buenos Aires, a unos 800 metros de la costa y frente al Aeroparque Internacional Jorge Newbery. Su aspecto modesto contrasta con su relevancia histórica: fue la primera torre de captación de agua potable para la ciudad.

Construida en la segunda mitad del siglo XIX, su edificación respondió a una necesidad urgente: enfrentar los brotes epidémicos de cólera y fiebre amarilla que afectaron gravemente a la ciudad. En ese contexto, donde el acceso al agua limpia era limitado, se implementó un sistema para extraer agua directamente del Río de la Plata. Esta solución sanitaria buscaba abastecer a una población proyectada de 400.000 personas, mejorando las condiciones higiénicas urbanas.

El diseño de la torre responde a un estilo neoclásico, con muros de cemento armado y bloques de granito. Cuenta con una antigua baliza a gas y una veleta en su parte superior. Desde esta torre se captaba agua del río mediante un sistema de rejas y un cilindro de grandes dimensiones (3 metros de diámetro y 10 metros por debajo del lecho del río), que conducía el agua a la planta potabilizadora de Recoleta, donde actualmente funciona el Museo Nacional de Bellas Artes.

Una vez potabilizada, el agua era almacenada y distribuida mediante una red de cañerías y estaciones elevadoras que la llevaban a los hogares porteños. Con el crecimiento urbano y el desplazamiento de la línea costera, se sumaron nuevas torres de captación más modernas, ubicadas más adentro en el río. Aunque la torre original ya no está en funcionamiento, otra torre cercana sigue cumpliendo su función como parte activa del sistema de abastecimiento.

La “casita del río” permanece como un testimonio visible, aunque discreto, de la infraestructura que permitió el desarrollo urbano de Buenos Aires. Representa una paradoja urbana: en una ciudad que históricamente ha dado la espalda al río, este sigue siendo una fuente vital de vida.

 

Más de Nuestra Redacción TP
Detienen a dos “hombres araña” en Palermo
La Policía de la Ciudad los detuvo en un departamento ubicado en...
Leer más
Dejar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *