Para avanzar con la obra es necesario un acuerdo con el gobierno nacional, ya que los terrenos donde se construiría le pertenecen
El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires impulsa la construcción de una nueva estación ferroviaria entre la terminal de Retiro y la Facultad de Derecho de la UBA. El proyecto busca integrar las líneas de trenes Belgrano Norte, San Martín y Mitre con la línea H del subte, mejorando la conectividad en un punto estratégico del norte de la ciudad.
La ubicación prevista se encuentra entre la Facultad de Derecho y el Centro de Exposiciones, con un diseño que apunta a fortalecer el vínculo urbano entre el Barrio 31 y la zona de Recoleta. La nueva estación también funcionaría como nodo de transferencia multimodal, facilitando el acceso al transporte público para estudiantes, trabajadores y vecinos de ambos sectores.
Para avanzar con la obra, es necesario un acuerdo con el gobierno nacional, ya que los terrenos donde se construiría pertenecen al Estado nacional. La ejecución del proyecto depende de la participación y aprobación de organismos como la operadora ferroviaria SOFSE y la Administración de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF).
En diciembre del año pasado, el Ministerio de Infraestructura porteño y Subterráneos de Buenos Aires (SBASE) organizaron un concurso de ideas no vinculante para definir un diseño posible para la futura estación. La convocatoria se realizó en conjunto con la Sociedad Central de Arquitectos (SCA) y la Federación Argentina de Entidades de Arquitectos (Fadea).
El jurado del concurso destacó que la obra podría tener un alto impacto urbano y social, especialmente para los habitantes del Barrio 31. Se presentaron más de 60 propuestas de todo el país, y recientemente se anunciaron los tres proyectos ganadores. El primer premio fue para los arquitectos Juan Martín Flores y Nicolás Guerra. El jurado valoró su propuesta por su solidez arquitectónica, su planta baja libre que promueve la circulación peatonal y su potencial para consolidar una nueva centralidad pública entre zonas históricamente divididas.
El segundo lugar lo obtuvieron Edgardo Barone y Martín Szydlowski. Su propuesta se basó en un pórtico simple y austero, aunque se señalaron como puntos débiles la interferencia de los espacios comerciales en la circulación y la falta de una imagen urbana distintiva.
El tercer premio fue para Marcela Orcaje y Gonzalo Pérez. Su diseño se destacó por la integración con el entorno inmediato y por liberar la planta baja, facilitando la conexión con el parque adyacente. Sin embargo, se marcaron aspectos críticos como la fragmentación entre el edificio principal y el puente peatonal, y el uso de escaleras descubiertas sin protección ante el mal clima.

A pesar del interés formal del gobierno porteño, las autoridades locales admiten que el avance del proyecto es limitado. Fuentes del Ministerio de Infraestructura indicaron que, hasta el momento, “no hay grandes avances, salvo que se premiaron a los ganadores” del concurso. Desde SBASE, también confirmaron que la concreción de la obra depende de un trabajo conjunto entre la Ciudad y la Nación.
El valor estratégico del proyecto radica en su potencial como nodo multimodal, con conexión a la línea H del subte y a numerosas líneas de colectivo que circulan por la zona del Bajo porteño, como la 17, 61, 62, 67, 92, 93, 110, 124 y 130. El Ministerio de Transporte de la Nación, consultado sobre el tema, no brindó respuestas respecto al estado actual del diálogo con el gobierno porteño.
Desde la administración de la Ciudad señalaron que hubo conversaciones preliminares con algunas áreas técnicas del gobierno nacional, que en principio vieron con buenos ojos la iniciativa. Sin embargo, reconocen que “encontrar interlocutores en Nación” sigue siendo uno de los principales desafíos para su concreción.