El proyecto forma parte del plan para generar 65 nuevas manzanas verdes
Los adoquines que se sacaron del piso formarán parte de los senderos que se integrarán a la superficie verde, entre plantas y árboles nuevos, y también del mobiliario urbano que acompañará el cambio en el viejo playón ferroviario de Colegiales.
El predio donde se instalará el Parque Ferroviario está en pleno proceso de transformación. Son casi dos manzanas y media entre las calles Virrey Olaguer y Feliú, Moldes, la avenida Federico Lacroze y las vías del ferrocarril Mitre, donde se generarán 18.000 metros cuadrados de espacio verde, según la promesa del Gobierno porteño. El proyecto se encuadra en el plan de inyección de nuevo espacio publico verde que se irá sumando en los próximos meses.
Aunque los primeros trabajos comenzaron en noviembre pasado, por estos días se aceleraron para poder cumplir con la meta de entregarlo entre mayo y junio. Por eso, entre máquinas excavadoras que van removiendo la tierra, varios operarios realizan tareas manuales y preparan el terreno. Las vías por donde antes se movían las formaciones ferroviarias quedaran expuestas a cielo a abierto y así estarán hasta que sean incorporadas al diseño del lugar para que el nuevo parque conserve la impronta ferroviaria y que no pierda identidad.
Según explican los responsables de la obra, los paredones que cierran el predio por la calle Moldes serán derribados para que el nuevo espacio sea abierto por ese sector, aunque la entrada principal será en la equina de Federico Lacroze donde hoy funciona el Centro de Jubilados, Pensionados y Adherentes. Concurren unos 50 jubilados a buscar su vianda o a almorzar allí; también a jugar al burako, a descansar o, simplemente, pasar el rato entre clases de yoga, folclore, tango y salsa, entre otras actividades.
La sede será demolida y trasladada a uno de los dos galpones históricos y ferroviarios que serán restaurados (en el otro se proyecta instalar un emprendimiento gastronómico). También desaparecerán los locales que estaban por delante de los galpones para darle más aire al terreno; en cambio se conservará una casita, donde funcionaba una balanza, que le dará su aporte a la identidad buscada, pero como una oficina de informes o un funcionamiento similar.
Se espera que el parque genere nuevos usos de espacio público, con más circulación peatonal y zonas de conexión con la plaza Juan José Paso, a partir de un diseño urbano que enlaza ambos espacios creando un corredor verde. Esta primera etapa se unirá con una segunda que irá desde la calle Zabala y Virrey Arredondo integrándose por detrás de los dos edificios nuevos. Los vecinos de la zona o las personas que la frecuentan a diario muestran conformidad con el proyecto en lo que respecta al verde y un total rechazo a la construcción de los dos edificios, con locales comerciales.
El proyecto, en números: serán 23.800 m² en trabajos que se dividirán en dos etapas (6175 m² en el polígono de Federico Lacroze, Moldes, Palpa, Teodoro García y el borde de la estación; y 15.621 m² en el polígono de la calle Moldes, Zabala, la plaza Juan José Paso, la proyección de Virrey Olaguer y Feliú y las vías del Mitre); habrá 259 árboles totales y vegetación nueva (peral de flor, roble piramidal, liquidámbar, lapacho, jacarandá, chañar, entre otros); 61 bancos nuevos, 79 luminarias 100% LED, entre otras características. El polígono Lacroze debería estar terminado en mayo y el polígono Virreyes, en agosto.
Para la Ciudad se trata de uno de los proyectos transformadores en el plan de generar 65 nuevas manzanas de espacio público y verde. De hecho hace unos días el Jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta visitó la obra junto a parte de su gabinete para conocer el avance de los trabajos.